miércoles, 9 de febrero de 2011


Llegado a casa, cansado y con la sacudida del sentimiento mas supremo y efímero que puede llegar a tener un ser humano en la vida, que es la propia felicidad, sin dudarlo se fue a acostar a su dormitorio, se siente sobre su cama de una plaza a cual le gustaría en ese preciso momento compartirlo con alguien, se saca sus calzados en forma de botas color negro con base blanca, apaga la luz, se pone sus auriculares para gozar del sonido de la música, cierra sus ojos y empieza a soñar.
Sueños, que son los sueños, dentro de sus pensamientos empieza a deliberar, ¿Tendrán los sueños inclinación a una clase social? Serán los sueños el rincón de los pobres al cual quieren y anhelan cubrir sus necesidades básicas, su no tener, su no respeto, su no dignidad, su no si. Serán los sueños El escondite de los ricos, a dominar, a engañar, a pisar cabezas para satisfacer su individualidad. Serán los sueños la ambición de poder llegar más allá de lo que uno se propone, serán los sueños la naturaleza de nuestra vida, la razón de porque estamos acá, serán los sueños lo inalcanzable cuando pensamos que no lo podemos alcanzar, serán los sueños el espejo de nuestro interior de aquello de que nos gustaría reflejar a los demás, serán los sueños lo consiente de nuestro inconsciente, serán los sueños la cosecha de alegrías que no muerden y la envidia que no queremos atraer, sea lo que sean, un sueño empezó a aparecer en Agustin como una posibilidad a vivir.

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